Diferencias entre el método FIFO y LIFO en almacenes

Martes, 10 de Marzo de 2020
En los almacenes resulta de vital importancia utilizar un método de gestión de mercancía adecuado. En este sentido es preciso mencionar que entre los más utilizados al respecto se encuentran los métodos FIFO y LIFO, que a pesar de...

... tener un nombre muy parecido, son dos tipos de gestiones de inventario totalmente diferentes.

 

¿Qué son el método FIFO y LIFO?

El método FIFO obtiene su nombre del inglés “First In, First Out”, o lo que es lo mismo, primero en entrar, primero en salir. Esto ya ofrece una pista sobre este tipo de gestión de inventario, y es que la misma se basa en que el primer lote de stock que entra al almacén, es el primero que sale, así de simple.

Este es uno de los métodos más utilizados para productos perecederos, como por ejemplo en el sector de la alimentación, ya que las mercancías tienen fecha de caducidad. El método se suele aplicar tanto en almacenes de alimentos como en supermercados, el objetivo principal del mismo es que las existencias roten de forma adecuada.

En general este método de gestión de mercancía es el óptimo para gestionar cualquier tipo de producto que pueda quedar obsoleto en un periodo de tiempo, algo que no ocurre únicamente con los alimentos, ya que los cosméticos o los medicamentos también poseen este mismo tipo de características.

Por su parte el método LIFO tiene su origen en “Last In, First Out”, que no es otra cosa que el último en entrar es el primero en salir. Lo cierto es que este sistema se utiliza menos que el anterior, sin embargo hay que destacar que es el más indicado para gestionar productos no perecederos, es decir, los que no caducan ni pierden valor.

Una de las principales virtudes de este método para gestionar mercancías es que evita mover los productos en el almacén, puesto que tal y como llega el stock, el mismo se va apilando de una forma accesible en las estanterías del almacén o a través del sistema de almacenaje que se utilice en cada caso.

En el momento de la salida del stock, resulta muy sencillo acceder a la mercancía, ya que la que debe salir en primer lugar, es la misma que entró en último lugar. Esto además permite ahorrar tiempo en la gestión de mercancías, pero como se ha mencionado, no es un método válido en todos los sectores.

 

Ventajas de los métodos FIFO y LIFO

Como ocurre en otros ámbitos, estos métodos presentan ventajas y beneficios que se deben tener siempre en cuenta. En el caso del método FIFO es preciso destacar como ventaja principal que es ideal para que la mercancía no pierda su valor al caducar, por lo que evita pérdidas parciales o totales.

En cuanto al método LIFO, aunque es menos utilizado, es perfecto para gestionar mercancías como la arena o el ladrillo, que son materiales homogéneos que resisten perfectamente el paso del tiempo. En este caso es muy importante tener en cuenta que solo es válido para productos que no varían con el paso del tiempo.

 

Diferencias entre los métodos FIFO y LIFO

Como ya se ha podido comprobar estos dos métodos de gestión de mercancías son muy diferentes, sin embargo, a continuación, se va a profundizar un poco más al respecto. Lo cierto es que existen una gran cantidad de diferencias entre los métodos FIFO y LIFO, pero algunas son más relevantes que otras.

Entre las de mayor importancia destaca por ejemplo que en el método FIFO el primer inventario que se añade es el primero que se elimina del stock, mientras que en el método LIFO el último inventario que se añade es el que se elimina en primer lugar, aunque hay muchas otras más diferencias.

Algunas de ellas son la cantidad de artículos antiguos que siguen estando en el stock, ya que con el método FIFO son muy pocos y con LIFO la mayoría; el número de capas de inventario a rastrear, ya que con FIFO hay menos y con LIFO más datos registrados; o los beneficios e impuestos de renta en cada uno de los casos, etc.

 

¿Cuándo utilizar el método FIFO y cuándo el método LIFO?

Teniendo en cuenta todo esto, es preciso saber en qué momento es mejor utilizar cada uno de estos métodos de gestión de mercancías. En el caso del método FIFO, siempre se debe utilizar cuando es necesario garantizar que la primera mercancía que entra en el almacén sea la primera en salir del mismo.

Esto es algo fundamental en todos los almacenes de productos perecederos, como pueden ser los alimentos, los medicamentos o los cosméticos. De la misma forma también se podría aplicar a productos que pasen de moda, como la ropa, u obsoletos, como los productos de tecnología, entre otros.

Como ya se ha mencionado este método se aplica tanto en almacén como en supermercados, en el segundo caso las estanterías dinámicas son unos de los mejores sistemas de almacenaje convencionales para aplicar el método, ya que permiten empujar los productos más antiguos a la parte delantera de la misma de forma rápida y sencilla.

En cuanto a utilizar el método LIFO, lo más importante a tener en cuenta es que la última entrada al almacén, será la primera en volver a salir, por lo que las nuevas mercancías siempre tienen la prioridad. Este sistema es ideal para almacenar cualquier tipo de producto homogéneo que no caduca ni perece.

Entre los productos a los que se puede aplicar este método se encuentran la arena, los ladrillos, el carbón o la piedra, ya que no cambian con el paso del tiempo, por lo que no importa durante cuánto tiempo se encuentren almacenados, ya que no producirán pérdidas por caducidad u obsolescencia, etc.

 

Los sistemas de almacenaje para el método FIFO

Por otro lado, también es importante tener en cuenta que cada método de gestión de mercancías requiere de un sistema de almacenaje, ya que al poseer características diferentes, las necesidades también varían. Si se tiene esto presente siempre se podrán obtener los mejores resultados.

Al ser el método FIFO el más utilizado y extendido, para el mismo se han desarrollado una gran cantidad de sistemas de almacenaje industrial especialmente adaptados a sus características. Todos ellos tienen una característica común, y es que deben contar con un pasillo de carga de mercancías y otro de descarga.

Teniendo esto en cuenta, entre los sistemas de almacenaje más extendidos y utilizados para gestionar almacenes con el método FIFO se encuentran las estanterías metálicas dinámicas, las estanterías metálicas compactas, las estanterías industriales de paletización y las estanterías metálicas para picking.

 

Los sistemas de almacenaje para el método LIFO

En el caso del método de gestión de mercancías LIFO, los sistemas de almacenaje varían, ya que las características no son iguales, por lo que hay que buscar otras soluciones que se adapten a las necesidades. Lo más importante al respecto es que la zona de carga y descarga de mercancía se realiza desde el mismo pasillo.

Como se puede comprobar esta característica además de ser la más importante a tener en cuenta para elegir el sistema de almacenaje más adecuado para el método LIFO, es el proceso inverso con respecto al método FIFO, ya que en este caso cada tarea se realiza, por un lado, nunca ambas labores por el mismo lado.

En este caso el objetivo principal que se persigue es reducir las distancias recorridas en el almacén, por este motivo el operario realizar tanto la labor de carga como la de descarga por el mismo extremo. Esto hace que no todos los sistemas de almacenaje sean los más idóneos, ya que no cumplen con esta característica.

Entre los más adecuados para este método se encuentran igualmente las estanterías dinámicas, las estanterías compactas y las estanterías metálicas de paletización, pero todas ellas con características diferentes a las mencionadas en el método FIFO. La característica común es que la zona de carga y descarga de mercancía se sitúan en el mismo pasillo.

 

Conclusiones

Como se puede comprobar a pesar de parecerse mucho en el nombre, los métodos FIFO y LIFO son totalmente opuestos, y cada uno de ellos posee una serie de características, que dependiendo a qué sector se apliquen se convertirán en ventajas y beneficios o en desventajas o inconvenientes.

Por este mismo motivo es precisamente por el que a la pregunta: ¿Qué método de gestión de mercancías es mejor utilizar en un almacén, FIFO o LIFO? No existe una respuesta correcta o incorrecta, ya que todo dependerá del tipo de producto o mercancía que se almacene y las características que posea.

Al respecto es preciso destacar una vez más que en el caso de los almacenes de productos o mercancías perecederas, es decir, de productos con un ciclo de vida corto ya sea por cuestiones de caducidad, moda u obsolescencia, siempre se debe elegir el método FIFO, ya que de esta forma se minimiza el riesgo de perder dinero en el proceso.

En el caso de otros tipos de productos o mercancías, como pueden ser todos los materiales homogéneos que no pierden valor ni varían su estado con el paso del tiempo, se puede valorar si el método de gestión de mercancías LIFO es la mejor alternativa que existe. Antes de decidir es fundamental estudiar el movimiento de las existencias dentro y fuera del stock para obtener siempre los mejores resultados al respecto.

Una vez que se conocen las características de cada método de gestión de mercancías, sus ventajas y beneficios, las diferencias que existen entre ambos y cuándo es mejor utilizar cada uno de ellos, es momento de elegir el sistema de almacenaje más adecuado, que sin duda es también un aspecto fundamental.