El ahorro de espacio con escaleras escamoteables para altillos
Lunes, 1 de Julio de 2013
Las escaleras escamoteables son un tipo de producto que el público español conoce sobre todo a través de las películas norteamericanas: la típica casa unifamiliar con un ático o altillo al que se accede mediante una escalera plegable que da a una trampilla en el techo es una imagen en la mente de todos.
Las escaleras escamoteables, pues, son aquellos modelos plegables pensados para acceder a altillos o buhardillas. Su obvia ventaja es el ahorro de espacio: se trata de un elemento que utilizamos sólo cuando necesitamos y recogemos cuando no. Si la escalera fuese un elemento de la vivienda, nos haría perder metros de espacio útil.
Clases de escaleras y escamoteables y cómo escogerlas
A la hora de escoger el modelo que necesitamos, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que debemos escoger el tipo de escalera en función del hueco al que vayamos a acceder a través de ella, nunca al contrario. El primer paso que deberías dar es medir las proporciones de la trampilla y la distancia entre ésta y el suelo.
Una vez que tenemos estos datos, veremos qué modelo de plegado preferimos. Las escaleras por tramos son las más clásicas: se trata de escaleras compuestas por segmentos extensibles, fáciles de usar y de guardar. Tenemos también modelos con sistema telescópico: este modelo ocupa el mismo espacio que la trampilla a la que está acoplado, y sólo tenemos que tirar de un soporte para desplegarla hasta el suelo y utilizarla.
También existen escaleras tipo fuelle, que se abren y cierran como si fueran un acordeón. Además de modelos para trampillas de tejado, nos encontramos con otros adaptados para alcanzar terrazas o huecos en la pared desde el suelo.
Para manejar la escalera más cómodamente, tenemos escaleras escamoteables con motor incorporado, que se extienden o pliegan de forma automática.
Las escaleras de aluminio: resistentes, fiables y ligeras
Tradicionalmente, estas escaleras se hacían o bien en madera, con modelos plegables, o bien en hierro o acero. Pero estos materiales tradicionales tenían una utilidad limitada: la madera pierde calidad con el tiempo y se hace quebradiza, y los modelos metálicos terminaban por oxidarse. Además, eran relativamente pesadas y difíciles de manejar.
Actualmente, los modelos más populares son las escaleras de aluminio. Este elemento es mucho más ligero que el hierro e igual de resistente. Ofrece, además, la ventaja de que no se corroe, aumentando el tiempo de vida útil.
Consulte todas las posibilidades en nuestra web.
Las escaleras escamoteables, pues, son aquellos modelos plegables pensados para acceder a altillos o buhardillas. Su obvia ventaja es el ahorro de espacio: se trata de un elemento que utilizamos sólo cuando necesitamos y recogemos cuando no. Si la escalera fuese un elemento de la vivienda, nos haría perder metros de espacio útil.
Clases de escaleras y escamoteables y cómo escogerlas
A la hora de escoger el modelo que necesitamos, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que debemos escoger el tipo de escalera en función del hueco al que vayamos a acceder a través de ella, nunca al contrario. El primer paso que deberías dar es medir las proporciones de la trampilla y la distancia entre ésta y el suelo.
Una vez que tenemos estos datos, veremos qué modelo de plegado preferimos. Las escaleras por tramos son las más clásicas: se trata de escaleras compuestas por segmentos extensibles, fáciles de usar y de guardar. Tenemos también modelos con sistema telescópico: este modelo ocupa el mismo espacio que la trampilla a la que está acoplado, y sólo tenemos que tirar de un soporte para desplegarla hasta el suelo y utilizarla.
También existen escaleras tipo fuelle, que se abren y cierran como si fueran un acordeón. Además de modelos para trampillas de tejado, nos encontramos con otros adaptados para alcanzar terrazas o huecos en la pared desde el suelo.
Para manejar la escalera más cómodamente, tenemos escaleras escamoteables con motor incorporado, que se extienden o pliegan de forma automática.
Las escaleras de aluminio: resistentes, fiables y ligeras
Tradicionalmente, estas escaleras se hacían o bien en madera, con modelos plegables, o bien en hierro o acero. Pero estos materiales tradicionales tenían una utilidad limitada: la madera pierde calidad con el tiempo y se hace quebradiza, y los modelos metálicos terminaban por oxidarse. Además, eran relativamente pesadas y difíciles de manejar.
Actualmente, los modelos más populares son las escaleras de aluminio. Este elemento es mucho más ligero que el hierro e igual de resistente. Ofrece, además, la ventaja de que no se corroe, aumentando el tiempo de vida útil.
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