Muchos lo consideran un asunto baladí, pero lo cierto es que escoger un mueble que tenga las propiedades que necesitas en tu hogar o lugar de trabajo, ahorrará en tiempo y en dinero, además de lucir estéticamente mejor.

Dos de los materiales más comunes para las estanterías modernas son las estanterías de acero cromado y las estanterías metálicas galvanizadas, así que desde Esmelux vamos a explicar en este artículo las diferencias básicas entre estos dos materiales tan comunes y la que deberíais escoger dependiendo de vuestra situación.

Acero cromado

Desde la creación del acero, se le han unido una amplia gama de otros metales, siendo el cromado el más común. Se trata de un compuesto único, cuyas propiedades no se pueden observar en otros metales de aleación.

En ocasiones, los compradores que no conocen las propiedades de este compuesto se preocupan por saber si la estantería que adquieren será igualmente resistente. En efecto, el acero sigue conservando sus propiedades básicas: maleable, duro, dúctil, fuerte, magnético  y un buen conductor de electricidad y calor. Una estantería cromada de 4 niveles todavía posee la capacidad de cargar hasta 1.000 kg.

Estas estanterías son perfectas para exhibirlas en público. Especialmente si tenemos en cuenta que el cromo también le confiere un brillo y una belleza limpia incomparable con otros tipos de metal. Un ejemplo perfecto lo tenemos en las Estanterías decorativas en acero cromado.

Sitios comunes donde usarla: En cocinas, en lugares públicos como tiendas, donde el brillo constituya una ventaja estética, etc.

Metal galvanizado

Este metal se elabora sumergiendo las piezas de hierro y acero en zinc fundido, y esperar hasta que mediante una reacción metalúrgica se cree una fuerte unión entre el acero y el recubrimiento.

Este tipo de estanterías comparte las cualidades anticorrosivas del cromado, pero en este caso la durabilidad y la protección es mucho más completa, debido a: el recubrimiento exterior es de los más fuertes que se conoce, con el tiempo la capa de óxido de zinc le aporta protección electroquímica y debido a diferentes reacciones químicas en la superficie, es capaz de autocurar raspaduras.

Por lo tanto, las estanterías metálicas galvanizadas modulares son perfectas para estructuras deportivas, lugares de alta tensión eléctrica, lugares de trabajo como talleres o almacenes, etc.